Cría La Viña

En esta entrevista con Max Silva podrán conocer más sobre Cría la Viña, referentes nacionales en la cría de caballos de polo que en los últimos años han demostrado su constante mejora en todo ámbito.

Max nos cuenta sobre sus inicios, enfoques y pilares de la crianza bajo su criterio, entre otros muchos datos interesantes sobre su experiencia.

 

¿Cuántos años tiene la Cría?

Partimos criando hace aproximadamente 20 años con nuestro potro “Pintado”. En ese entonces criábamos de una manera muy rústica y artesanal. Poco a poco yo y mis hermanos fuimos creciendo, y mi papá comenzó a invertir más en líneas genéticas para poder llegar a lo que vemos hoy como Cría La Viña.

 

¿Cómo nació la idea de criar?

 

Como comentaba anteriormente, nació de manera muy natural. Mi papá fue muy influenciado por su hermano Gonzalo y su Tío Jorge para empezar a jugar polo.

 

Poco a poco fuimos creciendo y nuestro fanatismo por el deporte llegó a tal punto que no bastaba solamente con jugar, sino que convertimos “Los Caballos” en nuestro estilo de vida. Esto llevó a estar muy cercanos al mundo de los caballos no solamente cuándo la temporada de polo estaba activa, sino que también en pleno invierno o verano. Esta motivación por estar cerca de ellos nos llevó a criar caballos de polo, y a construir todo lo que podemos disfrutar hoy de Cría La Viña.

 

¿Cuáles son las cosas clave a tener en cuenta a la hora de criar?

 

Para mí, es muy corto pero no quiere decir que sea fácil.  Con genética, alimentación, cuidado y personal de trabajo calificado, es muy probable que tengas un gran éxito con la crianza de caballos.

 

Hay muchos factores que influyen a la hora de querer criar un buen caballo de polo, y podemos desglosar estos 4 pilares fundamentales en muchos otros detalles que son importantísimos para la sanidad y el aprendizaje del caballo.

 

¿Cómo se han ido perfeccionando?

 

Probando, mirando, copiando, pero principalmente conociendo lo que tenemos. 
Ningún caballo es igual al otro y no puedes criar ni trabajar un caballo de la misma manera que el otro. Al igual que las personas, cada caballo tiene distintos requerimientos alimenticios, de trabajo, distintas maneras de prepararlo y distintos genios. Por esto es muy importante saber cómo se comportan las líneas genéticas que estás criando, saber cómo eran sus padres o hermanos. Esto ayuda muchísimo a poder prevenir problemas que has tenido en generaciones pasadas y poder perfeccionar tus técnicas de trabajo para el futuro.

 

¿Su crianza en qué tipo de yeguas/caballos está enfocada?

 

Siempre tratamos de criar lo mejor, con esto me refiero a que seleccionamos nuestras madres muy rigurosamente, y las que seleccionamos son yeguas con buenas campañas reproductivas y a la vez fueron muy buenas jugadoras. Esto es algo que hemos podido ir mejorando a medida de que pasan los años y vamos conociendo más y más nuestras líneas genéticas.  
Nuestra cría está enfocada en poder buscar caballos que compitan en el más alto nivel, pero que a la vez sean caballos “comerciales”, con este término me refiero a que sean caballos que los pueda jugar un profesional, y a la vez los pueda jugar una persona que tenga poca experiencia jugando.

 

 

¿Cómo ves el nivel de caballos en Chile y su progreso?

 

Veo un gran crecimiento en cuánto al nivel y cuidado de caballos, han importado muchas líneas genéticas desde Argentina y esto le hace muy bien al polo chileno. Esto hace el polo más competitivo y más exigente. Creo que es la única manera de mejorar.

 

Cual/Cuales yeguas han marcado un antes y un después en su cría, y porque

Hay dos yeguas que han sido muy importantes en nuestra cría. Morena Linda, la cuál fue la primera yegua clonada en Chile es la primera yegua de gran categoría que tuvimos. Tuvo un poco de mala suerte ya que se lesionó antes de ir a Argentina con el fin de Jugar el Abierto de Palermo, por lo tanto no pudimos cumplir el sueño de ver una yegua nuestra jugando este torneo. 
Gracias a Dios la vida da revancha y nos nació La Viña Clandestina. Hija de Chapaleufú Cacique y Clementina. Siempre fue una yegua muy fácil y tenía todas las condiciones de poder llegar muy alto, pero había que ser muy cuidadoso en el camino por que era extremadamente sensible. 
A los 7 años recién cumplidos la probó Adolfo Cambiaso y la llevó a Argentina, pero todavía quedaba mucho por demostrar. La yegua comenzó jugando el Jockey y Tortugas por Adolfo Cambiaso Padre, y Hurlingam y Palermo Por Poroto Cambiaso. Terminó jugando 2 Ckhukkers en la final de Palermo y entrando en chukkers clave.

 

Hoy en día estamos clonando la madre de La Viña Clandestina (Clementina) y esperamos en un futuro poder aprovechar todo su potencial genético para hacer crecer el criadero.

Para toda nuestra familia es un gran orgullo, haber podido conseguir algo tan importante que fue fruto del esfuerzo, dedicación y pasión por los caballos. 
Esto es algo que si bien se tuvo siempre como una meta, no era el motivo por el cuál criamos caballos, criamos por pasión estilo de vida y unión familiar, y cuándo los resultados se consiguen de esa manera tienen un sabor muy especial.